Esta amplia y estilosa vivienda es el resultado de la reforma y unión de dos apartamentos en un enclave estratégico de Sevilla, junto a la Avenida de la Constitución y la Catedral de Sevilla, en la antigua Casa de la Moneda, antaño fundición de oro y plata en tiempos del imperio español. Entonces La Casa de la Moneda daba la bienvenida a la ciudad desde su puerto, entre la Torre del Oro y la Torre de la Plata, donde llegaban cargamentos de la recién descubierta América.
Hoy el tesoro es el lugar en sí: un enclave perfecto para disfrutar a pie del bello y monumental casco histórico de la ciudad y el barrio de Santa Cruz, o para cruzar el río Guadalquivir y conocer Triana, el barrio de los marineros, cuna de flamencos y alfareros y visita imprescindible para conocer la esencia misma de Sevilla.
Con tres dormitorios, capacidad para seis personas y amplias zonas comunes, este apartamento es una joya para viajar con familia numerosa o disfrutar de unos días en la ciudad entre amigos. Para empaparse del bullicio de la ciudad durante todo el año, y muy especialmente en fechas como la Semana Santa (las célebres procesiones discurren literalmente a unos pasos de la entrada), o disfrutar de sus interiores con tranquilidad e independencia, ya que está perfectamente aislada.
El interiorismo, muy cuidado preserva los elementos constructivos y la geometría de la casa preexistente con un aire decididamente nuevo y contemporáneo: techos abuhardillados, pilares y vanos y cambios de altura integrados como elementos ornamentales o dividiendo espacios mediante cambios de revestimientos y juegos de color… un resultado muy moderno que no resta un ápice de calidez al conjunto.
La decoración mezcla sutilmente muebles funcionales y de líneas sencillas con piezas de anticuario de aire español que imprimen coquetería y carácter y casan a la perfección con la carpintería de madera de aire clásico sevillano en puertas, ventanales, balcones y los numerosos armarios que decoran las estancias.
La luz es otro de los grandes atractivos de este acogedor hogar, e inunda a raudales todas las estancias, presididas siempre por tonos luminosos y empolvados. Los amantes del arte encontrarán grandes estímulos en estos interiores, de cuyas paredes cuelgan interesantes lienzos de aire contemporáneo de artistas locales que contrastan sin complejos con grabados y lienzos más antiguos y de aire costumbrista.
La amplia planta inferior y zona de estar cuenta con un gran recibidor, salón, biblioteca, comedor y sala de lectura, y una gran cocina de líneas modernas, totalmente equipada y perfecta no sólo para cocinar, sino para acoger almuerzos en familia. Pero sin duda el salón es el gran protagonista de esta planta, luminoso, decorado con esmero con confortables sofás, sillas de diseño del siglo XX, mesa de té y coquetos muebles auxiliares que lo convierten en el lugar perfecto para disfrutar de fantásticas veladas en compañía. En uno de los laterales se ha habilitado una gran biblioteca de obra e incluso se ha resuelto un rincón de trabajo con un precioso escritorio secreter.
En el piso superior la zona de descanso cuenta con tres generosos dormitorios. El principal, decorado con mimo y una estudiada sobriedad, cuenta con el encanto de su techo abuhardillado, un gran armario y un verdadero baño de luz natural.
El segundo y tercer dormitorios cuentan con camas dobles, sendos grandes armarios y una decoración limpia y cálida que cede protagonismo a los coquetos muebles que los visten… y de nuevo a la luz, su tesoro.
La vivienda cuenta con tres baños completos, proporcionando así una gran independencia a todos los huéspedes.
La guinda de este bello pastel la pone una fantástica terraza al aire libre, perfecta para disfrutar de deliciosos atardeceres, del pintoresco universo de espadañas, campanarios y azoteas de la Sevilla vieja, y desde luego de una temperatura envidiable todo el año.