Ubicada en el corazón del pueblo de Deià, esta casa adosada mallorquina era antaño una escuela. La propiedad fue renovada recientemente en su totalidad para actualizar sus instalaciones pero conservando su carácter original. La casa tiene vigas de madera y suelos de barro cocido, y el antiguo pozo sigue formando parte de la cocina. Desde la terraza del ático hay espectaculares vistas a la Serra de Tramuntana, y un hermoso patio privado con jacuzzi en la parte trasera de la propiedad.

Este hogar mágico está ubicado a tan solo unos pasos de maravillosos restaurantes, bares, tiendas y el lujoso y conocido hotel Belmond la Residencia.

ALOJAMIENTO Y DISTRIBUCIÓN

Planta Baja

Las zonas comunes se encuentran aquí. Desde la puerta de la calle accedemos a una gran sala de estar y comedor diáfanos, decorados elegantemente y con chimenea original. Desde aquí se accede a una cocina independiente y totalmente equipada con vitrocerámica, horno, microondas, lavavajillas, frigorífico, congelador, cafetera Nespresso, tostadora, tetera y exprimidor.

Hay además una habitación que hace las funciones de lavandería y dispone de lavadora, secadora, lavabo, plancha, tabla de planchar y aspirador.

Planta Primera

Un piso más arriba tenemos el dormitorio principal con cama extra grande y un amplio cuarto de baño con ducha. Posee además una sala de estar privada con escritorio, dos sofás, TV y chimenea.

También encontramos aquí el segundo dormitorio, con un escritorio y una cama doble. El baño con ducha se encuentra saliendo de la habitación.

Planta Segunda

A medida que subimos al segundo nivel, tenemos otro dormitorio grande con cama extra grande y un diván, así como un tercer baño con ducha.

Desde esta planta se accede a la terraza de la azotea, con impresionantes vistas del pueblo de Deià y de las montañas de la Tramuntana.

EXTERIOR

En la parte de atrás de la propiedad hay un precioso patio privado con jardín al que se accede desde la planta baja.

Este fresco patio, de paredes de piedra cubiertas por enredaderas, con floridas macetas y un hermoso candelabro, es el lugar perfecto para dormir una siesta o sumergirse en el jacuzzi en las horas de más calor.

También podremos disfrutar de noches idílicas, cenando al fresco en su comedor exterior, preparando barbacoas sabrosas o tomando una copa a la luz de las velas, bajo el cielo estrellado.