La vivienda está situada en el segundo piso de una casa sevillana recientemente restaurada y deja a la vista los elementos estructurales que la hacen especial: la altura original de los techos, las vigas de madera, incluso parte de los muros de ladrillo originales… El interiorismo busca la claridad de la calle, que accede a través de sus grandes ventanas y balcones, y una comunicación entre las estancias, hilada a través del blanco, la continuidad visual y una atmósfera minimalista y muy contemporánea.
El salón, de capricho, bebe de la calle a través de sus bonitos balcones de forja, desde los que en Semana Santa se puede disfrutar de las procesiones con gran nivel de detalle. De estilo ecléctico y depurado, encarna el espíritu moderno y urbano del conjunto con su mezcla de piezas modernas y las tonalidades orgánicas de sus materiales: tierra, café, humo y pasteles. Cuenta con una zona de estar con un sofisticado sofá, dos butacas, mesa de centro, consola de aire nórdico y audiovisuales. Al otro lado, un comedor para cuatro personas con mesa de cristal y sillas Luis XVI tapizadas en paisley color pastel. Las vigas a la vista de recia madera blanqueada contrastan con la pureza lineal del suelo de parquet y la ligereza de los visillos de lino. ¡La vivienda respira!
La cocina, tan equipada como discreta, consta de una isleta central con office para desayunos y un frente panelado que integra y camufla la zona de almacenaje, preservando la continuidad visual y la limpieza espacial. Más que una zona de trabajo, parece un elemento decorativo o escultórico más, que se transforma a voluntad del huésped y que queda recogida en… ¡segundos! El suelo es de baldosa hidráulica de motivos geométricos, un precioso guiño a la historia del edificio que rompe con descaro con la linealidad del resto de la vivienda y aporta un extra de vida y color.
La zona de descanso sigue la estela depurada, alegre y luminosa del conjunto. Presidida por el elegante blanco en paredes, techos y textiles, cuenta con un dormitorio principal ultraluminoso, con cama de matrimonio, un gran armario lacado en blanco, un cabecero tapizado de gran altura y mesillas vintage.
El segundo dormitorio está equipado con camas gemelas, igualmente tomado por la luz natural que inunda la propiedad durante todo el día, y un gran armario con puertas correderas.
El apartamento cuenta con dos baños de esencia esencia contemporánea, provistos con sanitarios de diseño. El principal cuenta con un gran espejo y ducha pluvial, y acabados en piedra arenisca y baldosa hidráulica.
Una mezcla de estilos que realza la belleza natural del este bonito edificio situado en la calle Julio César, en pleno cogollo de la ciudad y próximo a Triana, a la Puerta del Arenal y la Plaza de Toros de la Maestranza y al eje Campana-Sierpes-Tetuán, corazón comercial del centro. Muy cerca de la estación de Autobuses Plaza de Armas y excelentemente comunicada con el resto de Sevilla.